Con crudeza y sensibilidad a la vez, Hugo Diego García y Lorenzo Bentivoglio van metiendo al público en la cabeza de Cédric, un hombre a quién acechan los demonios del pasado y que busca redención y un “final feliz” para él y su familia, pero toma una decisión incorrecta tras otra. “Vache folle” (vaca loca)
Con crudeza y sensibilidad a la vez, Hugo Diego García y Lorenzo Bentivoglio van metiendo al público en la cabeza de Cédric, un hombre a quién acechan los demonios del pasado y que busca redención y un “final feliz” para él y su familia, pero toma una decisión incorrecta tras otra.
“Vache folle” (vaca loca) es el nombre de la película franco-suiza de esta dupla de amigos, que tuvo su estreno mundial en Mar del Plata, con muy buen recibimiento de parte del público que asistió a la primera función.
La historia se sitúa en la campiña francesa, en un entorno rural bucólico y bello, cerca de un pueblo en decadencia y donde acechan la droga y el crimen.
El protagonista, un ex soldado de la Legión Extranjera, busca sobrevivir y recuperar a su esposa y a su hija, aparentemente reflotando la cría de vacas y carnicería de su familia, pero en realidad se sumerge en el submundo del crimen organizado, del que cree que puede salir airoso, mientras su ex mujer convive con una nueva pareja, violenta.
La película está filmada en un formato de cuatro tercios, que contribuye a que el público pueda adivinar la belleza del entorno, pero también la misma sensación de opresión que atraviesa el protagonista.
La música, compuesta especialmente por el hermano de Hugo Diego García para esta película, contribuye a compartir y entender esas emociones.
Los realizadores -quienes habían trabajado juntos en algunos cortometrajes- contaron que llevaron adelante esta película con muchas ganas, con participación de amigo, familia y con una cámara que compraron el día anterior a comenzar el rodaje. Y que consideran a “Vache folle” su “carta de presentación”.
“Queríamos darnos una chance, una oportunidad de enseñar lo que teníamos para ofrecer. En eso estuvimos escribiendo, rodando y ahora tenemos 5 o 6 proyectos”.
Un espectro, dos extremos
En cuanto a la historia, destacó que “para nosotros era muy importante hablar del amor y de la violencia, los dos extremos del mismo espectro. Y nos interesa explorar el espectro completo de las emociones humanas” expresó García en un muy buen español.
García, quién escribió el guión, entrega una actuación descarnada de este Cedric y Lorenzo Ventivoglio la captura casi con precisión quirúrgica.
“Lorenzo se encarga de las imágenes, de la cámara y de la dirección a un nivel más humano. Y me conoce muy bien. Y yo escribí la historia y hago la dirección artística. Juntos funcionamos muy bien así, somos complementarios” expresó el actor, que luego de este rodaje, tuvo un rol de reparto en la película de terror corporal La Sustancia -protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley-.
Sobre su forma de capturar la esencia del personaje y de la historia con la cámara Lorenzo apuntó que “fue intenso, como yo quería ser como actor y así lo hice con Hugo. Básicamente lo que me gusta en el director es encontrar la emoción en el actor y por eso me gusta trabajar con Hugo porque nos conocemos y sé exactamente cómo hablar con él y sé exactamente dónde voy con la cámara y por eso tenemos una buena simbiosis. Así que lo hice con instinto”.

La historia de Cedric nació “en medio de un colapso en mi vida, durante la pandemia. Después de haber cortado con mi pareja. Vivíamos en una cabaña en la montaña, teníamos como seis o siete meses por delante, le pregunté a Lorenzo si quería hacer un largometraje sin dinero. Y él me dijo que sí, obvio. No teníamos ni un día de experiencia.
Al día siguiente compramos la cámara con nuestro dinero e hicimos toda esta película por menos de 50 mil euros. Y estamos orgullosos porque es mucho trabajo y lo hicimos con nuestros amigos, con mi hermano, que actúa como uno de los albaneses y que hizo la música, la niña que interpreta a la hija es nuestra vecina y no es actriz y, literalmente, vivimos en este pueblo. Es nuestra realidad. Yo no soy un soldado pero son personas que viven cerca de nosotros. Y sí queríamos hacer una historia de amor y usar el crimen porque es un género que nos gusta, porque el crimen está cerca de nosotros, lo vemos con un poquito de distancia y funciona muy bien a un nivel dramático” explicó García.
Y junto a Bentivoglio indicó que “estamos muy orgullosos porque lo hicimos afuera del sistema, sin dinero, sin apoyo, un grupo de 5 chicos, en una casa, con una cámara. Pero después pasamos mucho tiempo en el montaje y todo lo que nos faltaba de dinero lo pusimos en energía, en trabajo y en tiempo”.
Los realizadores reconocieron que en varios momentos del proceso “pensamos que no teníamos película, que no iba a funcionar y al final, aquí estamos”.
Aprender haciendo
Y analizaron que “aprendimos mucho durante la película, haciendo y cometiendo millones de errores y lo que está acá es lo que juzgamos bueno. El montaje fue una locura, pero lo hicimos los dos, por horas y horas y horas”.
Sobre la decisión de filmar en cuatro tercios explicaron que “aunque los paisajes sean hermosos, en su corazón, en su cuerpo, es un thriller psicológico, entonces queríamos estar concentrados en los primeros planos de las personas porque es un personaje que está encerrado en su cabeza. Incluso la música de mi hermano, está siguiendo sus emociones y no lo que el público debería sentir”.
“El thriller psicológico está en nuestro ADN, esta era como nuestra carta de presentación y también era un test. En esto nos descubrimos realmente, entonces en el futuro va a haber cosas parecidas pero mucho más desarrolladas, más complejas y un poquito más maduras y con un poquito más de dinero, espero” concluyeron los realizadores.
















Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *