Fotos: Jony Paz y Pablo Franco

“Estoy contento, feliz… Estuve re nervioso en las primeras dos series, sabiendo que necesitaba pasar para asegurar el título. Éramos varios los que teníamos chances y tenía que avanzar. Tuve mis miedos, dudas, pero pude lograrlo. Me saqué una mochila de encima y ahora puedo festejar”.

Juan Cruz Ruggiero es uno de esos pibes tranquilos, que transmiten paz, pero como él dice, “la procesión va por dentro”. Cuenta que hace dos días, mientras entrenaba en el agua, le aparecieron las dudas. “Sobre la estrategia, sobre la tabla, sobre las quillas…”, admite entre risas. No lo serenó ni su experiencia, pese a sus cortos 23 años. El Negro, como le dicen, había ganado muchos títulos como Junior y hasta había sido campeón argentino en Open, en 2022, pero “siempre es difícil ser campeón”, cuenta todavía con el neoprene puesto y mientras lo saludan amigos y familiares, especialmente sus dos hermanos (Ignacio y Facundo), quienes compitieron en el mismo torneo e incluso contra él en la misma batería.

A Ruggiero le alcanzó con llegar a semifinales del Quiksilver Pro, el mejor torneo del año por olas y organización, que cerró el circuito argentino 2025 -de cinco fechas fiscalizadas por la ASA-.

El flamante campeón había ganado la primera y terminado segundo en la cuarta. Pero le sobraban amenazas, al menos cinco surfistas más llegaban con chances matemáticas a la última parada del tour, incluido Thiago Passeri Pezzati, el pibe de 16 años que es la nueva joya del surf nacional, por lo que está haciendo a nivel internacional y porque había ganado los únicos dos torneos Open que había disputado en el año -en los otros dos no había podido estar por encontrarse compitiendo en el exterior-. Esta vez se le escapó por muy poco. Tomás López Moreno, campeón 2021, le arrebató la final en los últimos minutos, con una transmisión vía streaming que fue vista por más de 30.000 personas.

Ruggiero la vio de afuera, ya relajado. “Venía de dos subcampeonatos seguidos y no quería que volviera a pasar. Este es mi objetivo del año y lo pude alcanzar. Cada año es más difícil porque el nivel es muy alto. Ahora se sumó una nueva generación de chicos que viene muy fuerte”, analizó el campeón abriendo el tema que domina por estos días en el ambiente.

“No tengo dudas de que esta nueva generación es la mejor de todas, por compromiso, dedicación y enfoque”, opinó Martín Passeri, el capitán del team Quiksilver que se llevó cuatro de las cinco fechas del tour, además padre de Thiago y máximo ganador de títulos argentinos en Pro (6).
Eso sí, tan “manija” estaba, y tan formidables eran las condiciones del mar, que para celebrar el campeonato y después de haber participado en tres exigentes series hasta ser eliminado, JC Ruggiero se metió otra vez al agua con su tabla.

Entre las chicas la campeona fue la miramarense Victoria Muñoz Larreta, quien se coronó pese a no poder estar presente por estar participando en el ALAS Tour en Guatemala.
La ganadora del Roxy Pro fue Katya Wirsch (15 años), quien venció en la final a Ornella Pellizzari y se quedó con el subcampeonato nacional.

El cierre de la jornada fue de lujo, en el patio del balneario Honu Beach, con cervezas, pizzas caseras y una premiación masiva que incluyó no sólo a los ganadores del torneo sino también a todos los campeones del año, adultos y juniors, y hasta los participantes que brillaron con el seleccionado argentino en el reciente Sudamericano de Chicama, Perú.

Fue un final a puro festejo y disfrute después de una gran jornada que tuvo al sol asomando de a ratos y un swell que no paró de tirar olas -por momento de dos metros- para darle un contexto ideal a la definición de la última jornada del evento presentado por Ala Moana. Un combo ideal para ponerle un moño a un circuito nacional repleto de talento, que refleja el crecimiento del surf, a nivel competitivo y en cada rompiente de la costa argentina.