Pablo Viegener es uno de los tantos atletas que llegaron a la ciudad para participar del Maratón de Mar del Plata que se correrá este domingo sobre un circuito costero para tres distancias: los 42k, los 21k y los 10k.

Para el joven Viegener será su primer maratón tradicional luego de haber corrido 21k y hasta 30k. Pero también es su primera vez en Mar del Plata, una ciudad que comenzará a conocer corriendo junto al mar. Nada mal como primera experiencia doble.

“Estoy muy entusiasmado con poder participar de este maratón” se sinceró Pablo en diálogo con LA CAPITAL haciendo un reconocimiento previo del mar desde los ventanales del Hermitage Hotel.

“El gran objetivo es terminar los 42k. No pasa por tiempos o medirse con otros”, aclara. “Es que uno corre durante la semana porque le gusta, despeja la cabeza y se termina poniendo objetivos internos como este de afrontar unos 42k”, agrega.

Consultado por las dificultades que puede presentar el circuito costero son lomas y viento, Viegener admitió que nunca había estado en Mar del Plata.

“Nunca había venido a Mar del Plata, así que justo cuando salió la posibilidad de inscribirme, me anoté con la intención de conocer la ciudad y al mismo tiempo poder correr al lado del mar”, confiesa.

Al llegar, con las horas contadas, su contacto con el circuito será directamente en el marco de la competencia. “No hice tiradas ni nada porque llegué con lo justo. Yo trabajo en Santiago del Estero así que pude hacerme el tiempo para llegar y correr. Voy a conocer el circuito recién mañana cuando larguemos”, agregó.

“El año pasado corrí los 21k de Buenos Aires y los 30k de Tandil en septiembre”, explica sobre sus antecedentes en pruebas de larga distancia.

“Siempre tuve la idea de hacer 42k. Porque el objetivo es superarte a vos mismo. Acá no competís contra nadie ni ves los tiempos. Por lo menos para mí esto pasa por un desafío personal”, insiste. “La idea es ir estirando distancias, probar en distintos lugares, con distintos climas. Si llueve, si hay mucho viento… Es una cuestión de lucha interna”, acota.

Como Pablo, son decenas los atletas que llegaron desde distintos puntos del país para medirse con sí mismos. Para desafiarse e ir por más. Y si es un circuito paradisíaco como el que ofrece Mar del Plata mucho mejor.