por Marcelo Solari El mejor día (a pleno sol) dentro de una semana tenística magnífica pero complicada desde lo climático, permitió disfrutar al público que colmó las gradas, de una excelente final para el torneo ITF M25 Centenario del Club Náutico Mar del Plata. En un atractivo duelo entre los dos primeros preclasificados, el
por Marcelo Solari
El mejor día (a pleno sol) dentro de una semana tenística magnífica pero complicada desde lo climático, permitió disfrutar al público que colmó las gradas, de una excelente final para el torneo ITF M25 Centenario del Club Náutico Mar del Plata.
En un atractivo duelo entre los dos primeros preclasificados, el paraguayo Daniel Vallejo (de 21 años, primer cabeza de serie) venció al argentino Lautaro Midon (también de 21 años y segundo favorito), por 7-6 (7-4) y 6-3, luego de una hora y 52 minutos.
La definición no hizo más que ratificar el positivo andar de ambos a lo largo del torneo, dentro de un nivel general más que bueno. Ambos mostraron los atributos que les permitieron llegar al partido definitorio y también, ante la mayor exigencia, agregar otros argumentos a sus respectivos patrones de juego.
Por caso, Midon (264° en el ranking mundial de la ATP) respondió con oportunos drop-shots a las perfectas subidas para cerrar en la red del tenista guaraní. Sin embargo, en los momentos decisivos, Vallejo (252°) fue más consistente. Tanto en el tie-break del primer set como para mantener más precisión cuando ambos atravesaron un momento de mayor caudal de errores.
El capítulo inicial transitaba por senderos de paridad, hasta que Vallejo concretó buenos approaches con sorpresivas subidas a la red para ganar el punto y logró el primer quiebre de servicio del partido (3-1). No obstante, el game siguiente estuvo en peligro cuando le tocó sacar 15-40. Ahí volvió a mostrar su temple, ya que eliminó las dos oportunidades de break de Midon con valentía. La primera con una volea cruzada y la segunda con un aplaudido drop-shot. Después el destino le hizo un guiño porque su segundo saque fue claramente malo pero no hubo cobro y el paraguayo terminó ganando el punto que poco después se transformó en 4-1.
Entonces llegó el tiempo del correntino de decir presente en la final. Cristalizó un buen juego con su servicio y luego tomó la iniciativa (hasta allí casi no había podido) para recuperar el quiebre. A partir de allí, cada uno hizo bien los deberes en el turno de saque y el destino de tie-break fue inexorable.
La paridad extrema en el desempate se extendió hasta el 5-4 en favor de Vallejo. El décimo punto fue clave. Después del rally más largo hasta ese momento, Midon falló su tiro y le abrió la puerta al paraguayo, quien no desperdició la ocasión para alzarse con el set.
Pareció que el impacto había sido muy dañino para Midon, quien arrancó muy mal el segundo parcial y tras varios errores cedió rápido su saque en el primer game. Claro que Vallejo devolvió gentilezas, cometió dos doble faltas en el juego siguiente y la cosa quedó enseguida 1-1.
Siempre en el marco de un partido muy atractivo, que resultó interesante para los varios centenares de espectadores que acompañaron la final, cada uno conservó lo suyo hasta el 3-3. Entonces, comenzó a inclinarse la balanza sin retorno. El séptimo game del segundo set, el más extenso y más cambiante de todo el partido, terminó de marcar un rumbo inmodificable. El quiebre obtenido por el guaraní marcó el principio del fin para Midon, quien ya no tuvo respuestas para intentar una remontada heroica. En el desenlace, el correntino presionó bien, obligó a Vallejo a defenderse con una bola alta, pero Midon dejó su pelota en la red y todo terminó.
Vallejo levantó sus brazos en señal de festejo y recibió una ovación de pie de todo el público. Se lo merecía. Después de una exigente semana, fue el mejor de todos.
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