Cuando todavía no se había apagado la euforia del paraguayo Daniel Vallejo por la conquista del título, el director del torneo, Daniel Larreina, efectuó junto a LA CAPITAL un balance preliminar de una semana con el mejor tenis de la región. Algo que hacía mucho no sucedía y realmente hacía falta. Mar del Plata es una ciudad de tenis, con una gran tradición en este deporte, y recibir nuevamente un torneo internacional era una cuenta pendiente que se saldó de la mejor manera. Están dadas las condiciones para sostener la fecha y, además, quizás pensar en una categoría de torneo superior. El diálogo con el también presidente de la Federación Atlántica de Tenis, se reproduce a continuación:

-¿Cuál es el balance primario, apenas terminado el torneo ITF M25 en el Club Náutico?
-Después de una semana difícil, sobre todo por el clima, la verdad es que estoy muy contento de haber llegado a buen término, según todo lo que habíamos planificado. El balance inicial indica que salió todo muy bien.

-¿Qué pensás luego de una final a pleno sol, con tan buen tenis y una excelente concurrencia de público?
-Me imaginaba una final así, de este nivel y con ese marco de público. Hablamos mucho antes de tomar la decisión de liberar la entrada, que fuera gratis. Queríamos ver la cancha llena. Hacía muchísimo que no pasaba algo así. Interiormente sabía que nos íbamos a quedar un poco cortos de espacio, pero en todo caso es un problema bueno. Y con respecto al clima, todos los pronósticos y aplicaciones que íbamos consultando eran como una garantía de que el sábado iba a ser un día hermoso, tal como pasó.

-Se resaltó mucho la tarea del personal del club, especialmente de los cancheros, para permitir que, aún a pesar del clima, la programación pudiera cumplirse con la menor demora posible…
-Dentro de mis funciones como director del torneo tenía que planificar cuestiones relacionadas con los voluntarios, los ball-boys, los coordinadores de los voluntarios, los cancheros, los horarios de cada uno. Articular todo eso, desde afuera por ahí se ve sencillo, pero en realidad no lo es. Los días se hacen muy largos y la semana se hace muy larga. Como funcionó todo bien parece algo natural, pero lleva mucho trabajo previo.

-¿Deportivamente el torneo estuvo a la altura de lo que esperaban desde la organización?
-Desde que vimos la primera lista de inscriptos nos ilusionamos con tener un gran torneo. Teníamos que esperar que los jugadores que se habían anotado no se borraran o se fueran a otro torneo. Finalmente se dio, con el agregado de que los cuatro primeros preclasificados llegaron a semifinales. Con el muy buen tenis que tienen todos ellos, no podía ser menos, ni las semifinales ni la final, tres partidos con un altísimo nivel, increíble. Y también tuvimos una muy linda final de dobles, con las dos primeras parejas preclasificadas.

-La organización del certamen y la sede del Club Náutico recibieron muchos elogios de los jugadores y de la AAT. ¿Hay margen para recibir a un torneo de una categoría superior?
-Hay diversos factores que van a decidir si podemos mantener este torneo o subir de categoría. Claro que al pasar de nivel, los requerimientos son otros, el dinero necesario es otro y tenemos que ver si es viable. Los jugadores, los entrenadores y la gente que presenció el torneo nos alientan para que hagamos el esfuerzo.

-¿La infraestructura del club permite pensar en subir un escalón?
-Sí. El club, su estructura y la cantidad de canchas es lo más importante. Eso lo tenemos. Hablando con los jugadores más destacados, nos comentaron que han jugado torneos que no tienen, ni de cerca, la infraestructura del Náutico o de la ciudad misma. En eso, Mar del Plata también tienen muchas ventajas que dan para soñar. Veremos si se puede.