La pretemporada de Quilmes con miras a la próxima edición de la Liga Argentina de Básquet comenzó el último lunes con el primer entrenamiento en la sede del club. Mientras Javier Bianchelli y sus jugadores ya se metieron en la cancha, con casi dos meses de anticipación, los dirigentes trabajan en la incorporación de un interno extranjero para completar la rotación.

En ese sentido, ya hay un elegido y un principio de acuerdo. El interés de Bianchelli y los dirigentes se posó sobre el joven interno N’Tio Modibo Diarra, de 22 años y 2,02 metros, originario de Malí y no tan desconocido en el medio marplatense.

Es que Diarra, un ala-pivote muy atlético que vino a Sudamérica para jugar la Liga de Desarrollo de Brasil para Flamengo, un año atrás estuvo a punto de fichar para Peñarol.

El club “milrayitas” cerró trato con el jugador, pero nunca pudo cristalizar su incorporación. El problema fue que Diarra ingresó de manera irregular a Brasil para jugar para Flamengo y no pudo solucionar sus inconvenientes con Migraciones del vecino país.

Es más, después de que se cayese esa posibilidad de llegar a Peñarol, los mismos dirigentes de Quilmes se interesaron por su situación con el propósito de sumarlo al plantel que por entonces dirigía Ezequiel Santiago Medina. Pero, informados de los inconvenientes, decidieron orientar la búsqueda en otra dirección.

Las actuales negociaciones de Quilmes con Diarra comenzaron hace unos días y parecieron diluirse por motivos parecidos. Sin embargo, en las últimas horas dirigentes quilmeños aseguraron que las gestiones para nada están caídas y mantienen las esperanzas de contratarlo.