En Ushuaia, una misteriosa cabina telefónica permite que los lugareños se comuniquen con las personas muertas. Un desarmadero y un árbol siempre movido por el viento patagónico resguardan el descampado mágico. Hasta ahí corre Risa, una nena que escucha sonar el teléfono y que, en el más allá, busca desesperadamente conectar con un familiar cercano.
En Ushuaia, una misteriosa cabina telefónica permite que los lugareños se comuniquen con las personas muertas. Un desarmadero y un árbol siempre movido por el viento patagónico resguardan el descampado mágico. Hasta ahí corre Risa, una nena que escucha sonar el teléfono y que, en el más allá, busca desesperadamente conectar con un familiar cercano.
“Risa y la cabina del viento”, con dirección de Juan Cabral, se presentó este lunes en la competencia argentina del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en el Paseo Aldrey.
Emoción y lágrimas marcaron su estreno. Es que la historia indaga en el peso de las ausencias físicas y narra el encuentro amistoso de una nena y un ermitaño, cada uno con sus propias lastimaduras.
Emoción en el debut de Cazzu en el cine: “Me daba vergüenza actuar, no me sentía preparada” 🎬
🎥 Presentaron este lunes en el Paseo Aldrey la película “Risa y la cabina del viento”, filmada en Ushuaia.
Toda la información 📲 https://t.co/J4QaQXjRON pic.twitter.com/InPM88SQLv
— Diario La Capital Mar del Plata (@lacapitalmdq) November 10, 2025
La actriz Elena Romero presenta un gran despliegue actoral: interpreta a la pequeña Risa en el filme, que también marca el debut cinematográfico de la cantante argentina Cazzu, representante del género urbano. En la ficción, la artista del trap se convierte en una madre soltera que lidia con las deudas económicas y el olvido autoimpuesto.
También se luce el actor Diego Peretti, en el rol de Esteban, un personaje atrapado por una tragedia familiar.
La actriz Elena Romero y Peretti.
Y la narración se completa con la presencia de animales: un hamster llamado Kuro y el perro Chuleta imprimen dosis exactas de ternura y humor a una historia que parece ir dirigida al público infantil, pero que también tiene una notable profundidad y la convierte así en apta para ser vista -y disfrutada- por públicos diversos.
La película desembarcará en las salas comericales el año que viene, al igual que en la plataforma Netflix.
“Nosotros tenemos una poesía interna y tenemos que sintonizarla de alguna manera con el exterior. A veces gana la imaginación y la poesía interna y te hace pintar la realidad de una manera… y otras veces la realidad no te deja poetizar el minuto a minuto”
“Tiene algo de fantástico”, admitió el director durante la presentación, que tuvo lugar en el mediodía de este lunes.
Pero en encargó de no encasillar a su película en ningún género. “Había algo (del guion) que me llevaba a las aventuras de Chihiro, me gustaba la idea de llevar a algo fisico, humano, ese tipo de películas donde no todo es claro, no todo es bueno o malo, no todo es real o irreal”, explicó en torno al disparador del filme.
Cazzu junto a la actriz que personifica a su hija en la ficción.
Y reflexionó sobre el emplazamiento de la historia, en la lejana provincia de Tierra del Fuego. “Es el fin del mundo, en el marco de una película que habla del más allá”.
Estudiante de cine en sus primeros años de juventud, Cazzu recordó las circunstancias en las que estuvo delante de cámara. “La verdad que siempre me había dado mucha vergüenza actuar. No me sentía cien por ciento preparada, pero la verdad es que la propuesta de Juan (el director) fue perfecta desde el lugar en que la hizo y de la manera en la que se me presentó”.
Para la llamada “Jefa del trap”, una cantante que luchó contre el machismo en el ámbito de la música urbana, desarrollar un rol cinematográfico “no estaba en los planes”. En ese sentido, dijo que la película la “fue a buscar”.
“Juan buscaba a alguien que veía en algun lugar de mi. Sara (personaje que interpreta) vivía adentro de mí. Fue una oportunidad increíble”.
El director de la película, Juan Cabral junto a Romero.
La maternidad y transitar una ciudad tan lejana como Ushuaia fueron dos elementos que identificaron a Cazzu -nombre artístico de Julieta Cazzuchelli- con Sara, contó. Es que al igual que su personaje, la artista proviene de una provincia lejana, es oriunda de Jujuy, de la ciudad de Fraile Pintado y es madre de Inti, una niña muy pequeña aún.
Dijo que señales espirituales la llamaron a meterse en este personaje y que aprendió a no juzgarlo y a mostrarse en pantalla como una madre menos hostil de lo que le salía en el set, en los momentos de los ensayos previos. “Por el momento no hay más proyectos que la música”, indicó sobre la continuidad artística en la pantalla grande.
Para Peretti, en tanto, que este martes presentará otra de sus películas en esta edición del Festival, “La muerte de un comediante”, “Risa…” es un filme poético, cuyo rodaje vivió de manera comunitaria, casi familiar, alejado de los vaivenes porteños, en una Usuahia en la que también se respira poesía, “poesía melancólica o encantadora”.
En ese sentido, reflexionó: “Nosotros tenemos una poesía interna y tenemos que sintonizarla de alguna manera con el exterior, a veces gana la imaginación y la poesía interna y te hace pintar la realidad de una manera y otras veces la realidad no te deja poetizar el minuto a minuto, la película está en esa zona del medio, a veces es imaginacion pura y a veces la realidad es tan trágica que no te podés sobreponer”.
















Leave a Comment
Your email address will not be published. Required fields are marked with *