Distintas gerencias del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) elevaron una nota al Consejo Directivo del organismo en la que expresan mucha preocupación frente al proceso de degradación institucional que impulsa el Gobierno Nacional. Es un sector que viene siendo -como muchos otros- desmantelado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzanegger.

Organización y lucha

Ante el avance de la motosierra descontrolada, durante los últimos días también hicieron circular un comunicado: «Somos trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, estamos organizados en una asamblea multisectorial que reúne voces de todo el país».

Y completaron: «Nos pronunciamos y expresamos nuestra mayor preocupación frente a la degradación institucional que está ejecutando el Gobierno Nacional. Porque no se trata solo de recortes presupuestarios, sino que está buscando desmantelar una herramienta que es clave para el desarrollo productivo, científico y tecnológico de la Argentina», remarcan en el escrito.

Continuaron advirtiendo. «Quieren reducir el alcance del INTI, paralizar sus capacidades técnicas y territoriales. Pretenden debilitar el vínculo que este organismo mantiene con las miles de PyMEs que acompañamos cada día».

Destrucción del empleo

En esta línea, cabe destacar, que está totalmente comprobado que las PyMEs forman el sector que más empleo genera en el país. La destrucción de las pequeñas y medianas empresas afecta en forma directa al pueblo trabajador y, por ende, reduce el consumo. 

«Frente a esto, levantamos la voz. Porque el INTI no es un gasto, es una inversión estratégica en conocimiento, trabajo calificado e industria nacional», enfatizaron sobre la valiosa labor que realizan por el bien común en sociedad.

Y concluyeron: «Nos organizamos y nos pronunciamos porque lo que está en juego es el futuro de un país con soberanía tecnológica y un Estado presente que impulse la producción».

Precarización laboral

Cabe destacar que el Gobierno Nacional viene ejecutando una precarización laboral muy profunda -como ya ocurrió en los años ’90- a través de contratos que se renuevan cada tres meses, o en algunos casos hasta mes a mes. Lo cual se traduce en una situación de vida muy difícil para muchas personas trabajadoras.

Además, con la constante destrucción de políticas públicas, el gobierno produce la pérdida de derechos para la población argentina que garantizan los estatales con el trabajo que hacen. Lo que está pasando no son hechos aislados, todos los ataques que vienen ejecutando están relacionados y traerán graves complicaciones a la sociedad en su conjunto.

Por ejemplo, como los que ocurrieron en las distintas áreas de la Salud Pública, en el Programa de Atención Médica Integral (PAMI) y Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), que fue hecho para eliminar cada vez más derechos para los adultos mayores y la población en general. Como ser, la eliminación de la moratoria, que deja a la gran mayoría de las y los trabajadores -puntualmente a las mujeres- sin posibilidad de jubilarse.    

La nota elevada al Consejo Directivo

La nota que elevaron los gerentes y subgerentes al Consejo Directivo está firmada por: Eugenia Suárez, Gerencia Operativa de Relaciones Institucionales y Comunicación. Julieta Común, G.O. de Desarrollo Tecnológico e Innovación. Claudio Berterreix, G.O. de Servicios Industriales. Héctor Laiz, G.O. de Metrología y Calidad. Juan Carlos Najul, S.O. Regional Cuyo Mendoza. Guillermo Carrizo, de la región pampeana. Patricia Ohaco, región patagonia y Ramiro Casoliba, regional NOA.  

«Queremos manifestar nuestro firme rechazo ante la posibilidad de que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) pierda su carácter de organismo descentralizado. Este cambio implicaría, entre otras consecuencias graves, la pérdida de la personería jurídica propia y de autonomía administrativa, financiera y patrimonial, pilares esenciales para el cumplimiento de su misión institucional», denunciaron.

También señalaron: «Si se concreta esta modificación, el INTI no podría acreditar sus servicios de certificación, firmar convenios de transferencia tecnológica, establecer contactos de desarrollo. Ni formalizar cuadros de asistencia técnica y proteger su propiedad intelectual a través de patentes, modelos de unidad, derechos de autor y otros instrumentos legales».

«En consecuencia, se vería incapacitada su vinculación con el entramado productivo y tecnológico nacional, comprometiendo su rol estratégico y el cumplimiento de sus funciones esenciales», profundizaron.

Sobre el financiamiento

«Además estaría impidiendo de gestionar fondos de forma directa, debiendo canalizar todos los recursos a través del Presupuesto Público. Esto lo sometería al régimen de crédito presupuestario y a las limitaciones de las cuotas de compromiso y devengado, reduciendo drásticamente su capacidad de respuesta ante las demandas dinámicas del sector industrial», advirtieron.

Sumaron. «Incluso los recursos provenientes de financiamiento externo, ya sea local o internacional, quedarían apartados en una lógica burocrática incompatible con los plazos y exigencias de los organismos financiadores. Asimismo, se vería seriamente afectada la posibilidad de adquirir insumos específicos y críticos para el funcionamiento de los laboratorios del Instituto».

Y finalizaron. «Transformar al INTI no es simplemente una decisión administrativa, es un retroceso que debilitaría profundamente su rol estratégico en la propuesta y ejecución de políticas públicas industriales. Esto significaría la pérdida de una herramienta técnica y operativa clave para el desarrollo productivo nacional que ya cuenta con 87 años de historia».