Por Marcelo Solari Con el aval del bloque oficialista más los votos de La Libertad Avanza, el Honorable Concejo Deliberante aprobó por mayoría la adjudicación de la licitación del estadio “José María Minella” y el Polideportivo “Islas Malvinas” a la firma Minella Stadium, única oferente. Claro que también hubo resistencia de todo el arco opositor,
Por Marcelo Solari
Con el aval del bloque oficialista más los votos de La Libertad Avanza, el Honorable Concejo Deliberante aprobó por mayoría la adjudicación de la licitación del estadio “José María Minella” y el Polideportivo “Islas Malvinas” a la firma Minella Stadium, única oferente.
Claro que también hubo resistencia de todo el arco opositor, y por lo tanto, mucho se ha escrito y hablado sobre el tema en las últimas horas. En una entrevista exclusiva con LA CAPITAL, el presidente del Emder, Sebastián D’Andrea, uno de los promotores de la iniciativa de la licitación esgrimió argumentos y salió al cruce de algunas versiones y cuestionamientos.
Dejó en claro que representa un paso adelante, una evolución, algo bueno para la ciudad. Y también, claro, que el Estado municipal tendrá una gran responsabilidad en el contralor de la ejecución de todas las obras y mantenimiento que asumió como compromiso la empresa adjudicataria. El diálogo se reproduce a continuación:
-¿Cómo se explica desde el oficialismo la defensa de este proyecto que ya está en vías de concreción?
-Esta es un poco la idea original de hace casi 2 años, cuando empezamos a trabajar porque fue una de las cuestiones que hablamos con Guillermo (Montenegro) cuando yo asumí en el Emder. Pensábamos en buscar una solución sobre todo para el estadio “José María Minella”. Entonces empezamos a investigar y a buscar alternativas para poner en valor ese escenario. Después surgió también la posibilidad de que el Polideportivo “Islas Malvinas” se acople al esquema y empezamos a definir el proyecto como una unidad, con la convicción de que eso iba a generar un impacto muy positivo, no solamente al deporte, sino también a la economía, a la ciudad como en un conjunto. A partir de ahí empezamos a trabajar con los equipos técnicos, para determinar qué cuestiones había que resolver, y cuáles eran las obras que había que hacer en los dos escenarios para dejarlos en las mejores condiciones. Y después ampliamos un poco más la mirada y pensamos incluir también los espacios comunes del Parque Municipal de los Deportes “Teodoro Bronzini”. Por eso el pliego de licitación tiene esos tres componentes. La puesta en valor de los escenarios, el mantenimiento de los espacios comunes y además un canon que tiende a reforzar esta idea de potenciar la promoción del deporte.
-En un principio se hablaba sólo del estadio “José María Minella”. ¿Para los oferentes interesados no resultaba atractivo tener sólo el estadio de fútbol?
-No, no fue así. Siempre lo pensamos, y yo insistí mucho, en el cambio del modelo de gestión. Nosotros, un poco revisando la historia del Emder y otras situaciones similares, vemos que el Estado, en general, no es bueno gestionando eventos deportivos. Si bien tenemos capacidad para dirigir, para supervisar o para definir políticas, a la hora de implementar muchas de esas acciones, nos encontramos con limitaciones que tienen que ver básicamente con la normativa. Para nosotros, el Estado no tiene que involucrarse a nivel operativo e intervenir en todas las áreas. Sí creemos que debe cumplir las funciones esenciales. Y si nos dedicamos a producir eventos, la verdad es que competimos con estructuras mucho más dinámicas, mucho más competitivas, las cuales en definitiva hacen que aparezcan mejores soluciones fuera del Estado, en este caso municipal. Siempre pensamos esta alternativa como un cambio de modelo de gestión que le permita al vecino marplatense no tener que financiar el mantenimiento de estos escenarios, sino, por el contrario, ser el beneficiario de todo lo que puede llegar a generar esta asociación entre lo público y lo privado.
-Se ha dicho que bajo este esquema, el municipio directamente entrega los escenarios…
-Es cierto. A veces escuchamos plantear que nosotros entregamos los escenarios. Pero los escenarios seguirán siendo propiedad del Estado municipal. Y la verdad es que si uno tiene la mirada desde el vecino, éste gana un montón de cosas. Gana la posibilidad de tener los escenarios acondicionados a las necesidades de cualquier evento de magnitud; gana los eventos también, porque tener los escenarios en condiciones también permite recibir eventos deportivos o artísticos de primer nivel. Entendemos que eso es en favor del interés general. Creemos que ahí está el verdadero beneficio. Quizás si uno lo mira desde algún interés particular, o de algún sector en particular, puede tener alguna visión crítica. Pero si se piensa en el interés general y en el largo plazo, creo que esto surge como una alternativa superadora.
-Si de verdad es una alternativa superadora, con los beneficios mencionados para los vecinos, ¿por qué han encontrado tanta resistencia?
-La verdad es que nosotros creíamos que iba a haber más resistencia. En la esencia de lo estamos planteando, no encontramos resistencia. Quizás resistencias, por un lado, vinculadas con cuestiones políticas coyunturales; y por otro lado, con cuestiones muy particulares, muy puntuales. Pero en términos generales, nosotros vimos que hay una gran aceptación de esto que, insisto, representa un cambio en el modelo de gestión. Nadie cuestiona la incorporación del sector privado en la posibilidad de administrar escenarios.
-¿Porque sólo con dinero público no sería posible?
-Y porque nunca va a ser una prioridad, porque de acuerdo a nuestro planteo, el Estado, antes, tiene que cumplir con funciones esenciales, que tienen que ver con la salud, el mantenimiento de los espacios públicos, la seguridad, la educación. Todo eso es más prioritario que, por ejemplo, la construcción de un estadio. Entonces, nunca va a ser una prioridad para un municipio invertir 30.000 millones de pesos en un escenario, ¿no?
-Es muy amplio eso de “mantenimiento de los espacios comunes”. ¿Qué va a pasar, por ejemplo, con los otros escenarios? El Natatorio, el Patinódromo, el Velódromo, el estadio de hockey, etc.?
-No forman parte de los espacios comunes. Eso está muy bien delimitado. Cada uno de esos escenarios seguirá bajo la administración del Emder, con lo cual eso no entra en colisión con los espacios comunes.
-¿Dónde se va a instalar el polo gastronómico?
-El proyecto original lo ubica en la punta del Parque, donde hoy está la calesita, de la Plaza Panamericana hacia atrás, sin llegar hasta las canchas de tenis. La oferta está planteada como en dos etapas. La principal, tiene que ver con el “Minella”, el Polideportivo y el mantenimiento de los espacios comunes, que es la exigencia más cercana del pliego de condiciones. Después, obras y mejoras adicionales van a ir implementándose y proponiéndose hacia adelante. Lo cierto es que todavía estamos en instancia donde falta el decreto que adjudique finalmente la oferta, la firma del contrato, la presentación del proyecto ejecutivo. Es decir, hay varias instancias que van a definir muchas de las obras que van a aparecer.
-En el Honorable Concejo Deliberante se cuestiona que haya sido una licitación de un único oferente y que al autorizarse la adjudicación se impidió la realización de un segundo llamado en el que podrían haberse presentado otros oferentes. ¿Cuál es la postura del oficialismo al respecto?
-La verdad es que la licitación tuvo todas las instancias que tenía que tener. Fue un pliego aprobado por el HCD, debatido en cada una de las comisiones. Fue público, fue transparente. Esta propuesta que presentamos al HCD también está dentro de las posibilidades legales, con lo cual no existió ningún tipo de ocultamiento. Cualquier potencial oferente tuvo acceso al pliego. Y además yo creo que hay otro condimento. Al ir nosotros al HCD para pedir la autorización de la adjudicación, el cuerpo deliberativo también tomó conocimiento de manera directa de la oferta, con el acceso al expediente correspondiente. Si quizás hubiéramos ido a un segundo llamado, tal vez se resolvía en el ámbito del Poder Ejecutivo, con la consecuente publicidad como cualquier otro acto de gobierno. A lo que voy es que el Concejo tuvo la posibilidad de ver la oferta y analizarla en detalle.
-Desde parte de la oposición también se remarcó que era escaso el monto del canon. ¿Son 120 millones de pesos anuales?
-Sí, es correcto, 120 millones. Para nosotros el criterio fue justamente generar una propuesta que sea tentadora para quien pudiera acceder a la licitación. Buscamos hacer un pliego sencillo, que no esté condicionado, que no sea muy específico para que hubiera más posibilidades de ofrecimientos. Y aún así, si bien hubo algunos interesados que estuvieron recorriendo las instalaciones y recibiendo información para hacer alguna propuesta, finalmente la oferta fue única. Si nosotros hubiéramos elevado el canon, quizás no hubiésemos tenido ninguna oferta. La inversión que postula el oferente es cercana a los 30 millones dólares, con una opción de incrementarla en 17 millones más, con lo cual me parece que, en términos económicos, es algo realmente significativo.
-¿Esa posibilidad de incrementar la inversión está atada a la extensión de la concesión por 10 años más luego de los 30 años originales?
-No, son temas independientes. Es una propuesta que ellos anticipan, y creo que podrían no hacerlo. Pero lo anticipan en función de los tiempos de cómo va evolucionando la inversión. Pero creo que tienen la intención de avanzar directamente.
-Por otro lado, trascendió una cierta incertidumbre por parte del personal del Emder, teniendo en cuenta que la empresa adjudicataria se va a ocupar de un montón de tareas. ¿Está garantizada la continuidad de toda la planta?
-Por supuesto que está garantizada la continuidad. Venimos trabajando también en una reestructuración, sobre todo del área de Infraestructura, la de mayor cantidad de personal. Eso lo venimos hablando con el personal, también con los delegados, para traer tranquilidad a los empleados y no generar una incertidumbre que los condicione a la hora de de pensar en su futuro. Y la reestructuración que estamos pensando es justamente para potenciar el resto de los escenarios que van a quedar bajo la órbita del Emder.
-¿Está contemplada la mejora del alumbrado?
-Sí, sí, obviamente. Incluye la iluminación del predio.
-¿Y el cuestionado cerco perimetral?
-También. Se cuestionó pensando en una lógica distinta. La realidad es que nos parece una medida de seguridad adecuada y, por otro lado, no se va a restringir el acceso, de ninguna manera. Está pensado como para que todos los deportistas que utilizan los distintos escenarios y también los vecinos que utilizan el Parque, puedan acceder libremente. Se coordinarán varios accesos y distintos horarios para que sobre el final de cada día sólo quede algún acceso determinado. La idea es que, durante la noche, cuando no hay ninguna actividad, el Parque permanezca cerrado. No se restringirá el acceso y sí, en cambio, se garantizará la seguridad.
-¿Qué sucederá con la vigencia del Código de Publicidad?
-Las normativas vigentes se van a respetar, con lo cual, en caso de exhibir publicidades, tendrán que abonar la tasa municipal correspondiente. Los nombres de identificación de los escenarios se tienen que respetar y también, expresado por el mismo oferente, le quieren dar continuidad al uso de los escenarios por parte de los equipos que representan a la ciudad en competencias deportivas profesionales.
-El Pebetero Panamericano es un símbolo de los Juegos de 1995, un símbolo de Mar del Plata y también del deporte local. ¿Está contemplado que tiene que respetarse como tal?
-Sí, de hecho ellos mismos toman al pebetero como un símbolo y el logo de la empresa tiene el pebetero. Y hasta querían replicarlo en algunos otros lugares. Tienen muy en claro que es un símbolo muy significativo y representa mucho para Mar del Plata.
-¿Algo más que quieras agregar?
-Simplemente que hemos tenido esa mirada y hemos venido trabajando con la visión de generar una mejora significativa para el Parque y también para toda la ciudad. Tiene que ver con un cambio en el modelo de gestión que, sin dudas, traerá cambios muy significativos, los cuales nos van a permitir potenciar también el deporte, la premisa principal del ente. Apuntamos a promover el deporte y no a mantener estructuras que tienen un costo totalmente desproporcionado con respecto a la inversión que deberíamos hacer en y para el deporte.
-¿Hay una fecha estimada para la adjudicación?
-Todavía no. Eso depende de la Secretaría de Legal, Técnica y Hacienda. Se requiere la presentación y aprobación de los planos y otros trámites administrativos. Quizás el paso histórico ya se dio. Tenemos la autorización del Concejo, que entendió que se trata de una propuesta superadora y que realmente va a generar un cambio, un impacto muy positivo para la ciudad.
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