“Celebrar a Norita no es rendirle tributo. Es seguir su legado, sostener y transformar las luchas que ella abrazaba con el cuerpo y con la palabra”. Así lo dice Federico Baggini, coordinador del Proyecto Biblioteca y Librería Popular Literatura Inclusiva (la ByLPLI, como la conocen quienes la impulsan), mientras invita con entusiasmo a ser parte
“Celebrar a Norita no es rendirle tributo. Es seguir su legado, sostener y transformar las luchas que ella abrazaba con el cuerpo y con la palabra”. Así lo dice Federico Baggini, coordinador del Proyecto Biblioteca y Librería Popular Literatura Inclusiva (la ByLPLI, como la conocen quienes la impulsan), mientras invita con entusiasmo a ser parte de la primera edición del Festival Norita Cortiñas, en homenaje a la histórica Madre de Plaza de Mayo, fallecida en mayo del año pasado.
Será este domingo 25 de mayo, de 14 19 horas, en la calle Chile entre La Rioja y Dean Funes, en CABA, con entrada libre y gratuita. Si llueve, todo se traslada al Centro de Estudios en Contextos de Encierro y Acción Comunitaria (CECAM), un espacio educativo, cultural y militante que funciona a pocos metros y trabaja con personas privadas de la libertad, estudiantes, organizaciones y comunidades barriales. Norita supo visitarlo y abrazarlo, como abrazaba cada causa justa: con ternura, firmeza y presencia.
Lo esencial no se suspende: el homenaje, el encuentro y la convicción de que la memoria y los derechos humanos se celebran en comunidad, como lo hacía Norita, con los pies en la calle y el corazón abierto.
El festival nace como un gesto de ternura militante. Porque no se trata de mirar el pasado con nostalgia, sino de hacerlo presente, de renovarlo, de encarnarlo. “Es una forma de honrar su vida desde lo que más le importaba: resistir en colectivo, poner el cuerpo en cada causa justa, tender la mano a quien lo necesita, acompañar, construir memoria viva”, explica Federico. Y esa voluntad de seguir caminando lo que ella caminó —y abrir nuevos caminos también— se expresa en una grilla diversa, potente y sentida.
Actividades centrales del Festival Norita Cortiñas
Entre los hitos del día, se destaca la presentación del sexto video del proyecto Sesiones de Poesía Compartida, grabado en el Espacio para la Memoria ex Pozo de Quilmes. Se trata de una propuesta que lleva poesía y arte a ex Centros Clandestinos de Detención, como ejercicio de memoria activa.
A las 15:30 habrá un conversatorio sobre la situación actual de los Espacios de Memoria y sus trabajadores, con participación de despedidos de sitios emblemáticos como Automotores Orletti, Garage Olimpo, Virrey Cevallos y el Club Atlético.
Más tarde, se proyectará el documental «24 Nora», una crónica íntima de un 24 de marzo vivido junto a Norita, producido por Canal Abierto en 2018. Y a las 18 h se presentará la segunda antología Norita Cortiñas, edición Anécdotas, construida de manera autogestiva con la participación de autoras y familiares.
El cierre será con candombe, a cargo de la comparsa Barrio y Tambor, nacida en Parque Patricios y con fuerte compromiso social. Como Norita: con ritmo y rebeldía.
Una calle llena de propuestas
Durante toda la jornada, de punta a punta del festival, habrá una feria de editoriales independientes con mirada en derechos humanos, instalaciones participativas como el Nunca Más y las Postales que Marchan, territorio lúdico para las niñeces y adolescencias, una olla popular a la gorra organizada por Amigues por las Calles, una trokiferia para intercambiar objetos sin necesidad de dinero, una radio en vivo de La Retaguardia, buffet a precios accesibles y una posta sanitaria para cuidar a quienes se acerquen.
También habrá una mesa de experiencias con organizaciones sociales y culturales que construyen desde distintos frentes: desde la agroecología hasta la salud mental comunitaria, desde el juego hasta el derecho a la vivienda. Todas unidas por el hilo rojo del compromiso y la ternura, valores que Norita supo cultivar en cada rincón donde estuvo presente.
Norita, siempre
En abril de 1977, su hijo Carlos Gustavo Cortiñas, militante de la Juventud Peronista, fue secuestrado por la dictadura. Tenía 24 años. Desde entonces, Norita emprendió una búsqueda que nunca abandonó. Golpeó puertas, desafió al poder, caminó cada jueves en la Plaza de Mayo junto a las Madres, y convirtió el dolor más desgarrador en una fuerza colectiva.
Su lucha no se detuvo en la dictadura. La sostuvo en democracia, en cada conflicto donde los derechos eran vulnerados. Levantó la voz contra las políticas represivas, el extractivismo, la deuda externa, la represión a la juventud, el olvido. Fue feminista, internacionalista, incansable. Y fue —sobre todo— amorosamente radical.
Desde la ByLPLI no dudan en decir que todas las luchas son políticas, y que lo personal también lo es. Por eso eligieron a Norita como faro y como abrazo: porque su vida fue la prueba de que la justicia no se pide de rodillas, se conquista con alegría, con persistencia, con amor.
Este festival no es un cierre ni una postal para la memoria. Es una puerta abierta, un llamado a ser parte, una fiesta de luchas que siguen vivas. Como decía ella:
“Hasta la victoria, siempre”.
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