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“Esto del teatro fue una de las locuras más grandes” « Diario La Capital de Mar del Plata

“Esto del teatro fue una de las locuras más grandes” « Diario La Capital de Mar del Plata

“No lo podemos creer”, expresó Eugenio Weinbaum sobre lo que disparó la obra para la familia “Dos piratas y un tesoro”, que realiza junto a su hermano, el famoso Culini. El espectáculo, que estrenó en el verano de 2024, regresa durante vacaciones de invierno al Teatro Colón. Se lo podrá ver este miércoles 30, jueves


“No lo podemos creer”, expresó Eugenio Weinbaum sobre lo que disparó la obra para la familia “Dos piratas y un tesoro”, que realiza junto a su hermano, el famoso Culini.

El espectáculo, que estrenó en el verano de 2024, regresa durante vacaciones de invierno al Teatro Colón. Se lo podrá ver este miércoles 30, jueves 31 y viernes 1 de agosto a las 17, con entradas populares y combos familiares, anticipó Eugenio.

El mayor de los aventureros repasó números. “Arrancamos con MDQ en el año ’89, hasta ahora son 36 años. Y se juntaron varias generaciones: el abuelo que a lo mejor lo veía con el hijo, el hijo ahora tiene sus propios hijos y de golpe son tres generaciones en el teatro”.

“Una locura, no lo podemos creer”, siguió en una entrevista con LA CAPITAL. Y reconoció que al igual que la adrenalina que sientene en los viajes y de las aventuras que llevan adelante en sitios perdidos del planeta, el teatro contagia un entusiasmo parecido e igual de intenso.


En el teatro, con el público de fondo.

En el teatro, con el público de fondo.


“Mirá que nos metimos a nadar con tiburones, hicimos varias locuras y queremos seguir haciéndolas, pero esto del teatro fue una de las locuras más grandes -comparó-. Nos temblaban las patitas más que nadando con los cocodrilos. El teatro empezó como una idea muy loca”.

La primera dificultad que enfrentaron los intrépidos hermanos fue el hecho de no ser actores. “Nos costó muchísimo (el teatro). Estuvimos un año escribiendo una historia que fuera el reflejo de lo que queríamos que se viera, el reflejo de MDQ”.

Y recordó que parecido disparador fue el que se encendió cuando pensaron en hacer un programa de TV. “Arrancamos haciendo un programa como nos gustaría ver como televidentes y con lo el teatro, lo mismo. Yo a veces voy al teatro, me encanta ver buen teatro, pero a veces voy y digo ‘no termina más’. Entonces dijimos, vamos a hacer una, no sé si llamarla obra porque me parece un título muy grande, vamos a hacer algo híbrido, algo diferente, algo como lo que nos gustaría ver a nosotros como espectadores”.

La voz del actor y músico Facundo Arana es la que abre el show y hace un racconto de la familia Weinbaum. “Dice que es la historia de una familia casi normal. Así arranca y empieza a describir en un minuto a toda la familia con nuestros padres y dice que dos, lamentablemente, salieron bastante fallados, o sea, Culini y yo. Está divertido”.

Los videos de todos los viajes ponen en situación a los espectadores. Hasta que “terminamos perdidos en la selva, buscando el mayor tesoro de la historia. Entramos con una liana, caemos y buscamos ese tesoro que no es material”, agregó el conductor.

“La obra tiene mucho laburo, realmente. No queríamos hacer algo que decepcione al público, a la gente que nos viene siguiendo de siempre”, observó. “El espectáculo tiene un mensaje muy lindo, es familiar, es para toda la familia, de todas las edades. La verdad que estamos súper contentos. Y no nos cansamos de hacerlo. Desde que estrenamos se nos pasó volando”.

-Ustedes fueron uno de los primeros marplatenses famosos, por estar en la tele.

-Sí, sí, la verdad que fuimos los primeros marplatenses en realidad que tuvieron la suerte de llegar a la televisión abierta nacional en un canal como Canal 13. Nos costó llegar. Arrancamos en el cable de Mar del Plata y teníamos que pagar el espacio y juntar la plata para comprar los cassettes. Venimos de una familia muy humilde, no teníamos un peso, teníamos que hacer de todo un poco. Varios trabajos para poder pagar ese espacio. Y recién en el año ’99 entramos en Televisión Abierta Nacional que fue Canal 9. Y al primer año que salimos nos llamó Nicolás Repetto para estar pegados a Sábado Bus, el programa que hacía y que era un éxito de la televisión argentina. Era fanático de MDQ. Pensábamos que era un chiste, qué nos va a llamar Nicolás Repeto a nosotros… Nos juntamos con él y nos pidió “Miren muchachos, no se asusten, larguen la tabla, no se van a ahogar, no le pongan MDQ Surf, pónganle MDQ”. Hicimos MDQ para todo el mundo, hasta surfeamos La Pororoca.

-Lograron sumar viaje, aventura y televisión como un trabajo. Esa cosa de aventura ¿nació en la infancia?

-Desde chicos, pero no podíamos, no teníamos los recursos para poder salir, ni siquiera a Miramar, era como que nos quedábamos hasta la puerta de casa mirando a los pasajeros de larga distancia diciendo “qué lindo irte de viaje”. Cuando empezamos y después de varios años tuvimos la suerte de tener el apoyo del famoso canje por pasajes y empezamos a recorrer todo lo que deseábamos. La gran curiosidad que teníamos ya era una cuestión un poco inherente a nosotros. El ser curioso, querer ver, querer descubrir y empezamos a viajar por los lugares que más curiosidad nos daban. Tribus, rituales, lugares inaccesibles. Siempre buscando lo desconocido y compartiéndolo con la gente, porque no grabamos con camarógrafos ni vamos con productores, directamente grabamos mi hermano y yo.

-¿Nunca viajaron de chicos en la infancia? 

-No. La verdad es que somos una familia muy numerosa de siete hermanos. Nuestro papá Milo y nuestra mamá, la famosa de Herminia… no teníamos la posibilidad, con semejante familia y sin tener prácticamente un peso, estábamos al margen. Era solo un sueño el poder viajar. Y te digo, mi viejo y mi vieja, si bien son inmigrantes, pudieron viajar cuando yo ya era grande. Era muy difícil la situación.

 

 



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