El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó un toque de queda nocturno en cinco provincias tras el aumento de protestas por la eliminación del subsidio al diésel. La medida busca controlar bloqueos de carreteras y garantizar la seguridad de la población.

El Decreto Ejecutivo 146 afecta a Carchi, Imbabura, Cotopaxi, Bolívar y Chimborazo. La circulación de personas y vehículos estará prohibida entre las 22:00 y las 5:00. Durante esas horas, las fuerzas de seguridad pueden detener a quienes no respeten la norma.

Protestas y demandas indígenas

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) convocó un “paro nacional indefinido” para exigir la restitución del subsidio al diésel. El precio del galón subió de 1,80 a 2,80 dólares. “No vamos a abandonar la lucha hasta que se escuche nuestra demanda”, afirmó Leonidas Iza, presidente de la CONAIE

El gobierno explicó que el toque de queda busca “evitar la obstrucción de vías y proteger los derechos de los ciudadanos”. Las provincias afectadas concentran la mayor cantidad de bloqueos y movilizaciones, especialmente en zonas agrícolas y rutas de transporte clave.

Estado de excepción y control de seguridad

El decreto también amplía el estado de excepción en Chimborazo. Permite a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional intervenir en reuniones públicas y dispersar concentraciones que representen un riesgo. Las autoridades pueden modificar la duración del toque de queda según evolucione la situación

Hasta ahora, se registraron varios arrestos por bloqueos de vías. No se reportaron enfrentamientos graves, pero el riesgo de escalada continúa. Organismos multilaterales en Quito vigilan la situación y advierten sobre su posible impacto en la estabilidad política y económica.

El gobierno de Daniel Noboa no precisó cuándo terminará el toque de queda ni si iniciará diálogo con los dirigentes indígenas. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad permanecen activas para garantizar el cumplimiento de la medida.

La tensión social persiste y las protestas podrían derivar en nuevas restricciones o cambios en la circulación nocturna, según señalaron fuentes oficiales. Las autoridades insisten en la necesidad de mantener el orden mientras se buscan soluciones a las demandas sociales.