La Justicia peruana dictaminó este viernes la prisión preventiva con fines de extradición pasiva por el término de nueve meses para Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, presunto ideólogo del triple femicidio de Morena Verdi, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Gutiérrez en Florencio Varela. Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires, el otro acusado, Matías Ozorio, ejerció su derecho constitucional de no declarar ante el fiscal Adrián Arribas, a cargo de la investigación.

El joven de 20 años permanecerá alojado en un penal de máxima seguridad de ese país a la espera de ser extraditado a la Argentina.

Durante su comparecencia desde la Comisaría de Chilca, el abogado de Janzen Valverde solicitó que se dicte la prisión preventiva por nueve meses en Perú y que se aplique el «principio de humanidad» debido a la juventud del acusado. Además, la defensa pidió que atraviese el proceso en libertad en un domicilio en ese país, a la vez que afirmó la «inocencia de todos los cargos» por los crímenes de Morena Verdi (20 años), Brenda Loreley Del Castillo (20) y Lara Gutiérrez (15).

La Justicia peruana definirá en las próximas horas si acepta o no la solicitud de extradición del imputado por los crímenes de las tres jóvenes que desaparecieron en La Matanza.

El silencio de Ozorio en San Justo

Por otra parte, en el Polo Judicial de San Justo, Matías Ozorio se negó a declarar frente al fiscal Adrián Arribas. Su decisión, tomada por recomendación de su abogado oficial, era esperada por la querella.

Tras el rechazo a la indagatoria, Ozorio quedó alojado en el penal de General Alvear. A la salida de la audiencia, el abogado Diego Storto criticó duramente al acusado, mientras que Fernando Burlando, quien también sigue de cerca la causa, se limitó a señalar que negarse a la indagatoria es un «derecho constitucional».

El detenido, de 28 años, fue extraditado y llegó este jueves a el Aeropuerto El Palomar en un avión de la Fuerza Aérea argentina en el que viajó custodiado por siete efectivos de la Policía Federal y otros cinco de la Policía Bonaerense, en un vuelo directo de Lima, la capital de Perú.